La idea de dar el poder a las personas sobre los problemas del día a día parece un tipo de sueño utópico, y es casi imposible quitarse de encima a los "iluminados" elegidos por el pueblo para "salvarnos" y encontrar la mejor solución a nuestros problemas. Un caso concreto es el que se vive en Ecuador desde hace mucho tiempo, donde los ricos han estado en el poder desde el inicio de la república hace casi ya 200 años.
Hace poco se presentó un caso curioso, el alcalde de Cuenca instaló un semáforo en la intersección de la avenida Fray Solano y Remigio Crespo. Un semáforo para permitir a los peatones atravezar la avenida de una forma segura debído al creciente número de automotores. Cabe recalcar que las familias ricas son las que se pueden permitir gestionar las franquicias y derechos de las grandes marcas de coche en la ciudad. Como resultado? Una intervención, a mi criterio mal hecha, donde el semáforo se colocaba en rojo para los coches aún si no hubieran peatones yendo a cruzar. Y es alli que ví el poder de las redes sociales.
Las personas de los coches, parece que tienen más dinero que los peatones; es por eso que pueden constear un coche. Y en ocasiones también pueden pagar un smartphone de alta gama con funciones de whatsapp y twitter. Bueno, entonces resulta que los usuarios de carros en la ciudad comenzaron a hacer una campaña contra el alcalde por interrumpir el tráfico, sin darse cuenta que el problema tiene mas relación con el número de coches que con el uso o no de un semáforo.
Pasó lo que tenía que pasar, el alcalde con miedo a perder puntos de popularidad procedió a apagar el semáforo para siempre. Cabe indicar que no sé qué es peor, no ocupar una obra que requirió de obra pública para ser instalada, o la solución propuesta por el alcalde. La solución incluía pagar a un par de agentes de tránsito en la misma intersección para dar paso a los peatones. No sé que es peor, no ocupar una infraestructura que permite automatizar la respuesta al problema o es peor ver a los agentes de transito estar respirando el smog de la cantidad de automotores que transitasn la ciudad cada día por esa intersección. Y cómo es de esperar a las personas ricas no les interesa en lo mínimo la salud de los agentes de tránsito.
Tal vez un semáforo con pulsante sería suficiente, pero quizás es una tecnología inalcanzable para los líderes actuales. Además de no olvidar para futuros experimentos que solo algunas personas "pudientes" logran tener al smartphone de alta gama para quejarse en twitter y hacer perder algunos puntos a los pobres alcaldes.
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