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jueves, 16 de mayo de 2013

Huaca no viene de hueco - Leyendas Cuencanas


En la agenda de las festividades de Cuenca se muestran en sus hojas iniciales diversas leyendas y personajes populares. El texto es autoría de Eliecer Cárdenas Espinoza. Y la historia reza de la siguiente forma:
“LA MAMA HUACA
Otra leyenda muy arraigada en Cuenca y el Azuay es la de la Mama Huaca, personaje representado por una mujer generalmente vieja, que en lugar de boca tiene un agujero; de allí la denominación de Huaca, por “hueco”, es decir quien tiene labio leporino. La Mama Huaca, según la tradición, vive a las orillas de lagunas o ríos, y se aparece a los padres o tutores de quienes tienen un niño sin bautizar. Sin jamás mostrar frontalmente el rostro a causa de su deformidad, ofrece al padre o a la madre un tesoro, por lo general una mazorca de oro, a cambio de que se les entregue al niño, con lo cual se hunde en una gruta o se sumerge en las aguas.”
 
De repente me siento estafado o burlado de alguna manera. Y es que creo que mis abuelas me darían una explicación semejante. Pero de otro lado mi cerebro me recuerda que una HUACA, hasta donde tengo entendido y hasta donde mi imaginación me lleva, es la traducción de la palabra española entierro o tumba. Y como en varias culturas es habitual el enterrarse con objetos preciosos, muchas veces el oro, una Huaca es un lugar propicio para hacer las de Indiana Jones y recuperar restos arqueológicos.
Entonces ver las variaciones, Huaca no viene de hueco. De otro lado Cuenca, ciudad conservadora y Curuchupa por excelencia es conocida por seguir las costumbres católicas. De allí el enlace hacia los no bautizados. Por cierto, conozco a ciertos bautizados más diabólicos que el mismo Satanás. Y por supuesto una referencia al oro existente en estas cuevas y grutas. Me gusta el enfoque tradicional de los humanos de excluir y marginar a las personas diferentes o con enfermedades. En ocasiones eran los leprosos y en otras las personas con labio leporino, supongo que eran consideradas como maldición divina o algo por el estilo.
Que bueno que la tradición nos de mucho de que hablar.